"¿Ustedes no saben que hay dos bandos y que al nazi [Kirchner] hay que eliminarlo ya?", dijo José Walter Mansilla según Aníbal Fernández. Parece que el chileno argentinizado enloqueció, robó un camión, chocó autos y ambulancias, atropelló a algún peatón y volcó en la esquina de la casa de Kirchner en Santa Cruz.
A ver: la casa del presidente está deshabitada, porque dejó de ser gobernador y desde hace rato vive en La Casa Rosada. Igualito que Vázquez sólo que éste insiste en afirmar que vive en Buschental, donde sí duerme su señora, María Auxiliadora. Con lo perseguido que es con la seguridad personal, ¿va a conformarse con la vigilancia de un coche con dos policías tomando mate? Ah, también tiene dos perros doberman y un cartel de cuidado con el perro. Volviendo al tema de Kirchner, la casa en Santa Cruz está abandonada y hasta se rumorea que ya fue vendida.
“Esto lo produjo alguien con vocación de atacar al Presidente”, aseguró Fernández. ¿Acaso no fue suficiente con la farsa de Luis Gerez y probablemente de Jorge Julio López? ¿Dónde están los chicos de la SIDE cuando se los precisa? ¿Es necesario volver al pánico social de la época de Alfonsín para que Kirchner sea reelecto?
30.4.07
28.4.07
27.4.07
26.4.07
Sindicato de cerdos
En esta aldea las buenas ideas son pisoteadas por imbéciles que no soportan las buenas ideas. Todos deben marchar como los obreros de Metrópolis: cabeza gacha, brazos caídos, pierna derecha-izquierda-derecha-izquierda. Acá hay un buen ejemplo de unos cuantos con mal gusto que estropean lo que podría ser un interesante foro de conceptos visuales.
Y para calmar mi fetiche por las palabras (¿“conceptos visuales”?) propongo a esta distinguida audiencia un intercambio de cerdos:
1. Recorte un puerco de la Charonito o del almanaque del Banco de Seguros más cercano. Nota: si se considera creativo o habilidoso, puede diseñarlo usted mismo. La anfitriona le recomienda que lo piense bien: los antedichos ejemplos son insuperables.
2. Escanee la imagen o pásela a microfilm.
3. Envíela a este pretendido fanzine digital.
*Mi nuevo encabezado es una colaboración de Kako. أحبك
Y para calmar mi fetiche por las palabras (¿“conceptos visuales”?) propongo a esta distinguida audiencia un intercambio de cerdos:
1. Recorte un puerco de la Charonito o del almanaque del Banco de Seguros más cercano. Nota: si se considera creativo o habilidoso, puede diseñarlo usted mismo. La anfitriona le recomienda que lo piense bien: los antedichos ejemplos son insuperables.
2. Escanee la imagen o pásela a microfilm.
3. Envíela a este pretendido fanzine digital.
*Mi nuevo encabezado es una colaboración de Kako. أحبك
23.4.07
Ven a jugar al juego de la Oca
Me banco a los chicos de Gran Hermano 2007 haciendo el ridículo en los televisores que conforman la escenografía porque, al fin y al cabo, los veo discutiendo por cuál es una inversión más justificada: los cigarros o las golosinas. Pero, el nuevo aviso de la tarjeta Oca me genera un sentimiento del ridículo que es sinceramente insoportable. Esa chica y ese pibe comparten lugares físicos conmigo, su voto vale igual que el mío y hasta es probable que tengamos conocidos en común. ¿Acaso no tienen un familiar u amigo que les explique eso de que somos 3 millones de personas y que no pueden bailar así cargando un cartel sin que se burlen de ellos? Y si alguien los conoce y no lo hace, avísenme porque yo sí quiero expresar mi indignación. Ellos y su falta de espíritu crítico -por no entrar en límites más difusos como es la humillación- son los causantes de que hoy vivamos en la Suiza de África, como bien dice el colega Darwin Desbocatti. Pensé que la publicidad anterior de Oca con la joven de ojitos claros que "cantaba" y daba vueltitas de emoción era insuperable, pero todavía no tocamos fondo. Salú!
20.4.07
Ah, claro, como son surcoreanos...
El asesino de John Lennon, Mark Chapman, declaró en aquel momento que se había inspirado en la novela El guardián entre el centeno de J.D. Salinger. Sin embargo, ¿alguien censuró la brillante construcción del obseso-depresivo Holden Caulfield? No, porque la obra es reconocida por su valor literario independientemente de la interpretación de este ser.
En el post anterior ironicé a la pasada sobre la similitud entre las imágenes de Cho Seung-Hui y Robert De Niro en Taxi driver (Martin Scorsese, Estados Unidos, 1976). Pero, hay quienes piensan y afirman que la cultura -mejor dicho, ciertos productos culturales- son los culpables de fomentar la maldad del hombre.
Me niego a que Oldboy (Chan-wook Park, Corea del Sur, 2003) se vea salpicada por la masacre de Virginia sólo porque el demente de Cho se sacó una foto con un martillo en la mano. Me niego. Aunque ahora que lo pienso, esa escena -que incluye una línea punteada que se traza hasta la cabeza de la potencial víctima- es una de mis favoritas: ¿seré una potencial asesina?
En el post anterior ironicé a la pasada sobre la similitud entre las imágenes de Cho Seung-Hui y Robert De Niro en Taxi driver (Martin Scorsese, Estados Unidos, 1976). Pero, hay quienes piensan y afirman que la cultura -mejor dicho, ciertos productos culturales- son los culpables de fomentar la maldad del hombre.
Me niego a que Oldboy (Chan-wook Park, Corea del Sur, 2003) se vea salpicada por la masacre de Virginia sólo porque el demente de Cho se sacó una foto con un martillo en la mano. Me niego. Aunque ahora que lo pienso, esa escena -que incluye una línea punteada que se traza hasta la cabeza de la potencial víctima- es una de mis favoritas: ¿seré una potencial asesina?
19.4.07
TV star
Esta fotografía tomada por Cho Seung-Hui muestra la perturbación y, a su vez, la sensibilidad del asesino múltiple. Acá hay más fotos (algunas de las cuales rozan con el "Are you talking to me?"), fragmentos de videos y el manifiesto que envió a NBC en el lapso que transcurrió entre sus primeras dos víctimas y las 30 siguientes. Parece que el odio del joven era tan grande como su deseo de fama. Pues, como dicen algunos, consiguió ambos.
16.4.07
"Rgeloj"
La nueva publicidad de Seat León no difiere en mucho del resto de las publicidades de autos: un hombre de belleza predeterminada maneja el vehículo en cuestión por distintas calles y carreteras. Lo extraño es la pronunciación del narrador: no puede decir /r/. "Cuando te rgegalan un rgeloj...", relata con dificultad la voz en off, en oposición a su excelente dicción en el resto de los fonemas. ¿Quién es este pibe para imponerme su español defectuoso? ¿Qué chiste barato y fácil inspiró a los creativos?
Pero, esta vez prejuzgué a los publicistas y pequé de ignorante. No reconocí su voz aunque unos años antes me había cautivado en un documental de Tristán Bauer. No identifiqué esa musicalidad de las palabras tan propia, ni su mirada sagaz sobre un objeto tan simple como el reloj (metáfora del auto en el aviso). Se trata, pues, de la voz afrancesada del argentino Julio Cortázar, leyendo uno de sus cuentos de Historias de cronopios y de famas: Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj.
Aquí dejo el video:
Pero les recomiendo leer el cuento de Cortázar, que por cierto, los creativos acortaron para someterlo al tiempo infame de la televisión (todo bien no pueden hacer):
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Pero, esta vez prejuzgué a los publicistas y pequé de ignorante. No reconocí su voz aunque unos años antes me había cautivado en un documental de Tristán Bauer. No identifiqué esa musicalidad de las palabras tan propia, ni su mirada sagaz sobre un objeto tan simple como el reloj (metáfora del auto en el aviso). Se trata, pues, de la voz afrancesada del argentino Julio Cortázar, leyendo uno de sus cuentos de Historias de cronopios y de famas: Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj.
Aquí dejo el video:
Pero les recomiendo leer el cuento de Cortázar, que por cierto, los creativos acortaron para someterlo al tiempo infame de la televisión (todo bien no pueden hacer):
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
15.4.07
Gran descubrimiento Gran
El tema me daba vueltas en la cabeza. En un restaurante en España me habían dicho que podían servirme un bocata (no es un error gramatical: utilizan el artículo masculino aunque el sustantivo termina en "a") de bacón pero no de panceta, porque no tenían más.
Mi amiga RAE me lo acaba de aclarar:
Son dos cosas distintas. Los españoles siguen con su título de defensores del castellano, jo!
Mi amiga RAE me lo acaba de aclarar:
panceta.
1. f. Hoja de tocino entreverada con magro.
bacón.
(Del ingl. bacon, y este del lat. mediev. baco, o bacco).
Son dos cosas distintas. Los españoles siguen con su título de defensores del castellano, jo!
14.4.07
12.4.07
El Perfume
Después de esperar meses el estreno de Perfume: The story of a murderer (Tom Tykwer, Estados Unidos, 2006), película basada en el libro homónimo de Patrick Süskind, ya me desilusionó la elección del actor Ben Whishaw para interpretar al repulsivo y genial Jean-Baptiste Grenouille.
¿Acaso soy la única que lo imaginaba narigón, flacucho, pálido y un poco encorvado? Este chico da gusto, valga la redundancia.
¿Acaso soy la única que lo imaginaba narigón, flacucho, pálido y un poco encorvado? Este chico da gusto, valga la redundancia.
3.4.07
Cuestión de mundos
La escena que sigue a los créditos en Pulp Fiction es una conversación entre Vincent Vega (John Travolta) y Jules Winnfield (Samuel L. Jackson), donde el primero le comenta al segundo que lo que más le gusta de Europa son las "little differences". Estas pequeñas diferencias también existen entre España y Uruguay. En las escaleras mecánicas del metro o estaciones de ómnibus y trenes, la gente se para contra el margen derecho para que los que están apurados puedan pasar más rápido. Mientras acomodan los diarios -la "prensa"-, doblan ropa o limpian una mesa, no te atienden ni te miran aunque los llames. Y si lo hacen, es para insultarte. El trabajo sobra, por lo que hacer dos cosas a la vez es estresante e innecesario. De hecho, en muchos negocios figura el cartel: "se busca dependienta" -persona que atienda-, incluso se dan el lujo de ser más específicos y solicitar "joven boliviano para fregaplatos" (Nota: no fotografié el cartel;, mal yo. Por si alguien desconfía, el cartel está en un restaurante por Paseo de Extremadura, Madrid).
En cuanto al idioma, son celosos del castellano -como prefieren decirle-: evitan anglicismos, traducen absolutamente todo y cuando no pueden, pronuncian el inglés como se lee. Es así que surgen aberraciones como los "julios" en vez de "jules", el "tuper" y la "bacon", una panceta que a veces hasta lleva tilde en la "o". Se burlan de palabras como "parlantes", piensan que "estar parado" es "hacer paro" y no entienden qué es un "shopping" o un "celular", ya que ellos compran en el "centro comercial" y hablan por "teléfono móvil". Si bien su postura es interesante, escuchar en el cine a Sean Connery decir: "oye, tío", carece de cualquier atractivo.
En cuanto al idioma, son celosos del castellano -como prefieren decirle-: evitan anglicismos, traducen absolutamente todo y cuando no pueden, pronuncian el inglés como se lee. Es así que surgen aberraciones como los "julios" en vez de "jules", el "tuper" y la "bacon", una panceta que a veces hasta lleva tilde en la "o". Se burlan de palabras como "parlantes", piensan que "estar parado" es "hacer paro" y no entienden qué es un "shopping" o un "celular", ya que ellos compran en el "centro comercial" y hablan por "teléfono móvil". Si bien su postura es interesante, escuchar en el cine a Sean Connery decir: "oye, tío", carece de cualquier atractivo.
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